En el Día del Bibliotecario cubano, recordamos la historia y cultura que nos unen, en una fusión de saberes y experiencias, que nos llevan a reflexionar sobre la importancia del conocimiento.

Desde tiempos ancestrales, la transmisión de sabiduría ha sido fundamental, y en Cuba, la labor del bibliotecario ha sido parte integral de esta tradición.

En los libros y los documentos, se encuentra la memoria de nuestro pueblo, y es en las bibliotecas donde se guarda la llave que abre las puertas del conocimiento.

Los bibliotecarios cubanos han sido custodios de nuestra historia y cultura, y han trabajado incansablemente para preservar y difundir este tesoro invaluable.

En sus manos está el futuro de las generaciones, para que puedan aprender de nuestro pasado, y construir un mejor futuro, basado en el respeto y la solidaridad.

Así que, en el Día del Bibliotecario cubano, honramos su labor poética, cronista, histórica, educativa y reflexiva, agradecemos su compromiso con la cultura y el conocimiento, que son la esencia de nuestra identidad como pueblo.